Por Juan Manuel Montero
Las fronteras ya no son un límite a la hora de resolver un conflicto judicial. Así quedó demostrado nuevamente luego de que dos causas penales fueron resueltas a través de una mediación llevada a cabo en forma virtual, a partir del Protocolo de Mediación a Distancia de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT), ya que una de las personas involucradas se encontraba residiendo en Europa. La causa se inició por un proceso sobre defraudación y otro por robo simple, comenzados a partir de denuncias cruzadas entre los protagonistas. Y todo concluyó con el acuerdo al que llegaron las partes en una audiencia realizada por videoconferencia.
La causa fue remitida por el Auxiliar Fiscal de la Fiscalía de Instrucción de Homicidios y Delitos Complejos del Ministerio Público Fiscal, Guillermo Giordano. La particularidad, además de tratarse de un caso en el que las partes se habían denunciado entre sí, era que una de ellas se encuentra viviendo en Europa. Ante esta situación, se resolvió que la mejor alternativa para resolver la situación planteada era llevar adelante una mediación transfronteriza. La mediadora Leonor Cecilia Rojo sostuvo que el proceso de mediación se inició con audiencias privadas, en las que se les explicó a las partes el sentido y espíritu del acto formal en el que finalmente se rubricó el acuerdo.
“Esta intervención permitió arribar a una mediación eficaz que posibilitó a las partes verbalizar su voluntad de acuerdo y así acceder a una justicia efectiva e inmediata. A pedido de los abogados de las partes, se hizo una audiencia privada donde se definieron los puntos y aspectos técnicos del acuerdo. Así, se logró poner fin a dos causas con denuncias cruzadas, alcanzando en este proceso restaurativo de mediación penal trabajado con enfoque en Derechos Humanos y perspectiva de género, un acuerdo que trascendió las fronteras del país”, destacó.
La mediación penal virtual fue organizada por el Centro de Mediación Judicial de la CJST, a cargo de Ignacio Noble. Julieta Giunta, secretaria y encargada del Área de Mediación Penal del Centro de Mediación, actuó como fedataria, identificando a las partes y a los abogados intervinientes, dejando constancia del consentimiento otorgado por ellos durante el acto, y dándole validez tanto al encuentro por videoconferencia como al convenio arribado.
“Los mediadores y mediadoras del registro penal vienen trabajando con mucho compromiso en los procesos que son remitidos por las Fiscalías en ejercicio del principio de oportunidad, con resultados verdaderamente alentadores. No sólo se trabaja en la solución puntual del conflicto, sino también en el mejoramiento de la situación personal tanto de las víctimas, como de los propios infractores bajo un enfoque restaurativo”, señaló Giunta.
De la mediación participaron, además, Jorge Andrés Contrera y Gonzalo Ramiro Balcells (de la Defensoría Conclusional Penal de la IIIª Nominación del Ministerio Pupilar y de la Defensa), en representación de ambas partes.
Noble explicó que la mediación en el ámbito penal comenzó a aplicarse en 2016, en que por Acordada N° 765/16 se dispuso la creación del Libro de Mediadores y Co Mediadores Penales. Mencionó que, desde entonces, se puso en funcionamiento el Área Penal en el Centro de Mediación Judicial, incorporándose en el año 2019 el “Plan Piloto de Mediación Penal Juvenil y Prácticas Restaurativas”.
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