MEDIACION Y RESOLUCION DE CONFLICTOS ARMADOS. PROGRAMA “JOVENES PACIFICADORES”. CONVIRTIENDO NIÑOS SOLDADOS EN MEDIADORES
Hace poco leía un interesante artículo “From Child Soldier to Youth Leader and Peacemaker” de la Oficina del Representante Especial del Secretariado General para los Niños y los Conflictos Armados, de la ONU, donde se explicaba la experiencia de vida de Rajab, un joven de Sudan del Sur, niño soldado que posteriormente se integró en el proyecto de reintegración social Whitaker Peace and Development Initiative (WPDI) integrándose en la Red de Jóvenes Pacificadores. El proyecto busca trabajar con los jóvenes para para que se conviertan en mediadores de conflictos y constructores de comunidades como principales figuras locales en la búsqueda de la paz y el desarrollo sostenible. A los denominados “jóvenes pacificadores” se les forma con una rigurosa capacitación. Mediante la capacitación se les enseña habilidades prácticas de mediación que utilizaran en su día para la resolución pacífica de conflictos en su comunidad. Estos programas son todo un éxito y mitigan en gran medida los conflictos locales con una reducción del número de incidentes de violencia, sobre todo de género.
El programa de Jóvenes Pacificadores es sumamente interesante. La formación que reciben es principalmente en la mediación y sus técnicas siendo esto la parte integral del proyecto,
Una de las principales labores de los Pacificadores es trasladar a las escuelas la filosofía de la resolución pacífica de los conflictos transmitiendo valores de no violencia y tolerancia a sus estudiantes.
En mi opinión este tipo de formación debería ser, en una medida u otra, extrapolable a escuelas de todo el mundo, puesto que si bien pueden ser problemáticas diferentes en cada sociedad éstas afectan de forma global.
El programa se integra en materias básicas y durante el proceso los estudiantes primero son introducidos a los conceptos básicos relacionados con los conflictos y cómo identificarlos. Luego, aprenden sobre técnicas de mediación y resolución. Finalmente, los estudiantes aprenden sobre temas avanzados, como la justicia restaurativa y la mediación víctima-delincuente. En general, el programa busca dar a los estudiantes la capacidad de reconocer las fuentes de conflicto, así como el conjunto de habilidades necesarias para resolverlos, sin recurrir a la violencia.
Os propongo ver la película “Best of No Natión” que refleja de forma cruda la problemática de los “niños soldado y nos ayuda a entender que tipos de conflictos pueden tratarse con estas figuras. Hace años pude ver un grupo de niños armados, de entre 9 a 15 años, en la frontera entre Uganda y Sudán del Sur y os puedo asegurar que es algo que marca mucho. Entre nosotros no existen niños soldados pero, por ejemplo, las problemáticas de violencia escolar, a veces con una violencia que llega a asustar, son hoy un tema que preocupa cada vez más o al menos nos que debería preocupar.
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Comentarios
En cada región y con las especificidades de cada comunidad la construcción de departamentos que capaciten a jóvenes en la filosofía que fundamenta la resolución pacífica de los conflictos transmitiendo valores de no violencia y tolerancia y enseñe habilidades prácticas de mediación , es una apuesta a transformar la manera que nos relacionamos y de resolver diferencias de una manera constructiva, sin tener que recurrir a la violencia como respuesta a las diferencias percibas como obstáculo insalvable. Comparto mi experiencia laboral en este ámbito, pues desarrollo mi tarea en un Departamento de Orientación Escolar y las veces que he realizado algún proceso de mediación entre alumnos, ha sido muy positivo. Recuerdo especialmente la realizada con dos alumnos del último año de secundaria y del mismo curso, que por múltiples diferencias y errores de interpretación había llegado a una situación que le era muy difícil estar en la misma aula. Primero tuve varias entrevistas por separado con cada uno de ellos, pues desechaban toda posibilidad de una mediación, todo era “para qué “, no va a cambiar”, no voy a cambiar”. Aunque no partía de la premisa que era para que alguno cambie sino sólo para escucharse y quizás de la escucha personal les facilite una nueva forma de ver la situación, y también poder tramitar el último año del secundario de una forma diferente que los haga mas feliz en ese ciclo que concluía. Finalmente accedieron y fue una experiencia muy significativa y llena de aprendizaje para todos, obviamente para mí también. Limaron asperezas, empezaron a convivir de otra manera, ellos lo habían logrado. Recuerdo que al próximo mes los alumnos me dijeron: “todo esto que a nosotros nos pasó y lo que pudimos aprender es muy bueno, nos gustaría aprender más porque además a nosotros los adolescentes tenemos problemas que no sabemos resolver y no nos gusta que los adultos intervengan”, entonces se sienten atrapados en el dilema de tener que responder agresivamente porque no saben otra forma, les respondí,” así es me dijeron los jóvenes”. En ese caso fui yo la Mediadora, pero lo interesante es fomentar el dispositivo de alumnos mediadores. Pienso fervientemente que en las escuelas con los niños y jóvenes es un lugar muy especial e importante para dejarles a futuras generaciones formas pacificas de dialogar, convivir y acordar.