Actualmente, de manera creciente, se abordan temas relacionados con los avances tecnológicos, particularmente los relativos a la inteligencia artificial y a la robótica. Se observa una preocupación en torno a sus avances e implantación, por ejemplo, si quedaremos sin trabajo muchos de nosotros, cómo impactará en la vida cotidiana de las familias, de las escuelas y de las comunidades.
La vida en nuestro planeta cambió de forma drástica por la pandemia del COVID que nos tomó desprevenidos y afectó a todos: millones debieron quedarse en sus casas, se suspendieron clases escolares, se cerraron establecimientos, se cancelaron reuniones familiares, eventos académicos y sociales y se cerraron fronteras. En México, como resultado de las erróneas políticas que aplicó el gobierno, según informes de la OMS murieron 626,000 personas.
Ahora, con los avances en la inteligencia artificial y la robótica, está a la vista una creciente ola en el horizonte –parece un Tsunami- que nos permite saber que se aproximan grandes desafíos.
En esta etapa histórica podremos estar preparados para hacer frente a los cambios inminentes que propiciarán la inteligencia artificial y la robótica, para que signifiquen nuevos estadios de bienestar. Sería un grave error que nos tomara desprevenidos, por ello es importante saber qué hace el gobierno al respecto.
Los efectos de la inteligencia artificial en la vida cotidiana de familias, escuelas, vecindarios, centros de trabajo y, en general, en la convivencia de todo tejido social, implicarán un reto enorme de adaptación y preparación para asimilar, aprovechar y aún disfrutar de los avances que conlleve. También debemos estar conscientes del surgimiento de conflictos derivados de la implantación de esos avances.
Para la prevención, gestión y resolución de las controversias que se presentarán a partir de lo hasta aquí expuesto, la mediación será la mejor vía. Sin embargo, los principales retos para su consolidación y expansión todavía consisten en lograr que más personas participen en el proceso y animar a la voluntad política del gobierno para que reconozca su valor revolucionario y la aproveche.
La mediación ha demostrado en diversos escenarios y situaciones conflictivas ser el mejor mecanismo pacífico de gestión, prevención y resolución de controversias, además de fortalecer las acciones para consolidar una efectiva cultura de la paz. Ha probado que es una vía para proteger, fortalecer o recuperar la paz, la armonía y la cordialidad entre personas y naciones. Tristemente, en México y en otros país, sus mandatarios menosprecian el diálogo y la mediación.
Yuval Noah Harari, destacado historiador, filósofo y autor de libros, reconocido internacionalmente, ha expresado: “No sé si la humanidad podrá sobrevivir” ya que “Hemos inventado algo que nos quita poder. Y está sucediendo tan rápido que la mayoría de la gente ni siquiera entiende lo que está pasando.”
Sin duda existen riesgos, pero esos avances pueden propiciar un mayor bienestar y comodidad al proveer de nuevas herramientas para todos con las que podría simplificarse y mejorar la vida cotidiana. Es de reconocer que también existen preocupaciones por los efectos nocivos que puedan provocar sistemas más complejos a la sociedad y a la humanidad.
Sin embargo, en vez de sólo temer esos avances debemos entender y conocer esta nueva realidad y buscar la mejor forma de aprovecharla, pues -sin duda- ofrecerá oportunidades para sumarnos y beneficiarnos de las bondades de la robótica y la inteligencia artificial, también es cierto que debemos prepararnos para ello.
La inteligencia artificial aún está en el umbral de su desarrollo y se enfrenta a problemas por superar, no sólo de carácter técnico, también los relacionados con la ética y sus efectos en la sociedad, que incluye los usos en la industria, como es el caso de la robótica.
Se trata de dos rieles – la inteligencia artificial y la robótica- que ya modifican la vida en la actualidad y que generan preocupaciones por algunos de sus posibles efectos nocivos que afectarán a personas en lo individual, a las familias, a las comunidades, a la sociedad y a la humanidad.
En el mundo de la cultura de la paz nos encontramos ante la oportunidad de prepararnos para atender de la mejor forma posible los retos para prevenir, gestionar y solucionar, con la mediación, los conflictos que surjan por la implantación progresiva de los avances en la adopción de nuevas tecnologías que habrán de modificar las relaciones familiares, la educación en todos sus niveles y que desplazarán a personas de sus trabajos físicos e intelectuales, entre otros efectos.
Para los mediadores el desafío seguirá siendo su permanente actualización y la capacitación para dominar y aprovechar las nuevas tecnologías, como la informática y la inteligencia artificial, entre otras.
La aplicación de la mediación para alcanzar la convivencia pacífica es y seguirá siendo un reto de la mayor trascendencia con el que nos hemos comprometido miles de mediadores en el mundo. Los ámbitos escolar, familiar y comunitario se encuentran íntimamente ligados, ya que lo que sucede en uno afecta al otro o a los otros y, por lo expuesto antes, enfrentarán los efectos de la implantación de los avances tecnológicos en inteligencia artificial y robótica.
La adecuada atención de los conflictos que surjan por la aplicación y efectos de los avances tecnológicos en los diversos ámbitos, en combinación con la pobreza; la educación; el crecimiento económico; la generación de empleo; la polarización, y la reducción de la desigualdad requieren del compromiso permanente de los mediadores, para actualizarse permanentemente y, de esa forma, estar a la altura de ese desafío.
Recordemos que todo conflicto o controversia merece ser prevenido, gestionado o resuelto para que no escale ni se transforme en un conflicto grande, generalizado y ruidoso. Donde hay mediación no hay violencia.
No es conveniente ignorar que uno de los pilares para actuar con visión de futuro es la utilización del diálogo para superar la polarización y los desencuentros que se podrán propiciar por los avances tecnológicos comentados y su implantación.
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